Siempre pensamos que la protección de los dispositivos que usamos a diario, smartphones, tablets u ordenadores, sólo puede hacerse si uno es un genio informático, poco menos que un hacker.
Y es cierto que determinadas protecciones y análisis necesitan de unos conocimientos medios o avanzados, como por ejemplo ver las conexiones activas que un dispositivo tiene en un momento dado, el tráfico de los datos que está circulando por una red o un análisis forense que explique las causas de un ataque de un malware.
Debemos confiar (y exigir) en que las empresas que guardan nuestros datos los protejan de ciberdelincuentes, debemos confiar (y exigir) en que las páginas a las que nos conectemos sean seguras y debemos confiar (y exigir) en que los programadores desarrollen sistemas de conexión entre dispositivos cada vez menos vulnerables. Pero igual que debemos confiar (y exigir) que la policía nos proteja, no por ello nos vamos de casa dejando la puerta abierta.
Hay una seguridad más cercana, más sencilla que cualquier usuario puede, y debe, conocer para proteger su teléfono móvil.
De esa seguridad vamos a hablar en los siguientes capítulos, de la que uno mismo puede implementar, es decir, configuraciones fáciles que un usuario puede ser capaz de poner en práctica tan sólo con conocimientos básicos y un manual detallado como éste.
Se conoce como ciberseguridad la protección de nuestros dispositivos electrónicos frente a ataques maliciosos. Estos ataques pueden ser tan simples como haber perdido el móvil y que el ladrón acceda a nuestra información personal o algo más complejo como cuando nos conectamos a una red pública y un curioso en esa misma red está espiando nuestras comunicaciones para extraer contraseñas, conversaciones o incluso para acceder a nuestro dispositivo.
En este curso vamos a ver técnicas para poder protegernos de algunos de esos ataques, desde una perspectiva cercana, con ejemplos y explicaciones sencillas para que incorporemos a nuestro día a día estas prácticas pero sin dedicar más tiempo a la protección que al propio uso de nuestros dispositivos.
Habrá ocasiones en que necesitemos usar un programa o una aplicación para nuestro nuestro móvil. En esos casos he buscado soluciones que sean gratuitas (al menos al nivel en que un usuario corriente las va a necesitar) y además de código abierto.
Vale, pero ¿qué significa que un programa es de código abierto y por qué es bueno que lo sea? Pues vayamos por partes.
El código de un programa es el conjunto de órdenes que lo forman y que se ejecutan en función de nuestra interacción con él. Si tocamos un botón y el móvil empieza a llamar, hay un conjunto de instrucciones que ese programa ha dado al móvil después de tocar el botón para que haga esa llamada.
Las empresas privadas que desarrollan programas no suelen permitir que nadie externo revise el código. Cuando un programa se dice que es de código abierto significa que cualquier persona con los conocimientos adecuados puede revisarlo y comprobar que no está realizando tareas ocultas al usuario como, por ejemplo, enviar las contraseñas a terceras personas. Por eso siempre que sea posible es recomendable usar programas de código abierto.
A fecha de 2020, el porcentaje de móviles Android en el mundo frente a otros sistemas operativos resulta ser de casi 9 de cada 10 * así que apostamos a caballo ganador y nos centramos en este sistema operativo. Aunque las soluciones particulares en cuanto a software (aplicaciones) para llevar a cabo las recomendaciones de este curso serán para Android los problemas y las explicaciones son generales y sirven para cualquier sistema operativo.
Eso sí, para rebajar expectativas, hay que advertir que no existe la seguridad absoluta, el riesgo cero. Constantemente aparecen nuevos retos, nuevas fórmulas con las que los ciberdelincuentes tratan de hacernos caer en sus trampas. Si las grandes empresas han sufrido ataques con el gasto que dedican a la ciberseguridad, ¿qué puedo hacer yo? Hay que ser consciente de esta realidad pero, lejos de pensar que no podemos hacer nada nuestra idea debe ser que, por lo menos, lo pongamos difícil a quien trate de engañarnos.
Esta entrada forma parte de un conjunto que pretende enseñar cómo proteger nuestro móvil ante extraños y de desastres como un pérdida o un robo. Si quieres ver todos los apartados, te recomiendo que vayas a la página de presentación AQUÍ.
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Hasta la BITta.
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